Entradas populares

Mostrando entradas con la etiqueta Poema. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poema. Mostrar todas las entradas

sábado, 4 de julio de 2015

La tarara

García Lorca nos obsequió con este poema que incluso se conviertió en una canción para muchos. Aqui lo rescatamos para recitarla con nuestros alumnos.

La Tarara, sí; 
la Tarara, no; 
la Tarara, niña, 
que la he visto yo. 

Lleva la Tarara 
un vestido verde 
lleno de volantes 
y de cascabeles. 

La Tarara, sí; 
la tarara, no; 
la Tarara, niña, 
que la he visto yo. 

Luce mi Tarara 
su cola de seda 
sobre las retamas 
y la hierbabuena. 

Ay, Tarara loca. 
Mueve la cintura 
para los muchachos
de las aceitunas.

Pegasos, lindos pegasos.

Este poema de machado es buena para dejar volar la imaginación de nuestros estudiantes.

Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.

En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.

¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!


Todo está en su sitio

Aqui tenemos un nuevo poema. Es corto y bonito para los niños más pequeños de infantil. Trata de los lugares donde pertenece cada cosa así los niños aprenderan el orden de las cosas.

Los lobos en el monte,
los pollitos en el corral,
los peces en el agua,
los barcos en el mar.

Ya todo está en su sitio,
ya todo en su lugar.
Los niños en la escuela
y los patos a volar


Los ratones

El siguiente poema es muy bonito y tiene muchas aliteraciones para nuestros jóvenes estudiantes:

Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.

Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:

¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?

Agua

Recita los siguientes versos del agua con los demás niños de clase. Así aprenderemos un vocabulario más estenso del idioma.

Agua, ¿dónde vas? 
Riendo voy por el río 
a las orillas del mar. 

Mar, ¿adónde vas? 

Río arriba voy buscando 
fuente donde descansar. 

Chopo, y tú ¿qué harás? 

No quiero decirte nada. 
Yo..., ¡temblar! 

¿Qué deseo, qué no deseo, 
por el río y por la mar? 

Cuatro pájaros sin rumbo 
en el alto chopo están.


martes, 30 de junio de 2015

Los sabios crocodilos

LA higiene es una parte muy importante de nuestras vidas si queremos estar sanos. Aquí los crocodilos sabios nos enseñaran la importancia de una buena higiene bucal. Leed atentamente el poema de los Sabios Crocodilos.

Sí a viejo con dientes
deseas llegar,
escucha el consejo
que te quieren dar
sabios cocodrilos
de Madagascar,
del Nilo y del Congo
del Africa Austral:
“En tres ocasiones,
y a veces en más,
cuando hayas comido,
sin mucho tardar
con pasta y cepillo, 
deberás limpiar
los dientes y muelas
sin refunfuñar.
Arriba y abajo
delante y detrás,
frotando con fuerza
cuidado tendrás
que no quede nada,
que puedas dañar.
Y después de esto
para terminar
con agua la boca
tendrás que enjuagar”.
Este es el consejo
que acaban de dar
viejos cocodrilos
de Madagascar,
del Nilo y del Congo
del Africa Austral,
Sí a viejo con dientes
tú quieres llegar.


lunes, 29 de junio de 2015

El coche viejecito

Leed atentamente la siguiente poesía del "Coche viejecito"

Es un coche viejecito,
 aparcado en un rincón,
que duerme solo la siesta
cuando "pega" fuerte el sol.


¿Quién se asoma a la ventana?
¿esos ojos de quién son?,
¡anda! pero si es un conejo,
ráscame, ¡por favor!


El perro que ve la escena
ladra y corre muy contento,
quiere que le permitan
dormir en el suave asiento.


Un palomo mensajero
con una carta en el pico,
estornuda sobre un faro,
¡vaya! ¡se ha resfriado!.


La araña Valentina, que en 
un rincón se ha instalado,
le tejerá una bufanda,
de algodón muy bien hilado.


 Una abeja muy zumbona
entra con mucho revuelo,
¡cuidadito!, ¡no nos piques!,
¡mira que no te queremos!.


Un gato muy avispado
ha encontrado la ocasión,
de hacer nuevos amigos
y aprovechar un rincón.


Dos hormigas despistadas
corretean por el suelo,
¿será posible?, ¡señores!,
¿no encontrar el agujero?.


El coche está muy contento
de no encontrarse solito
y llora dando las gracias
por tener tantos amigos.